En un mundo empresarial caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad (VUCA, por Volatility, Uncertaintity, Complexity, Ambiguity), una nueva manera de liderar en forma efectivaen entornos cambiantes es de importancia fundamental en las organizaciones modernas.
En una sociedad cada vez más líquida y dinámica, si las empresa desarrollan las capacidades y distinciones del nuevo liderazgo, podrán posicionarse para prosperar dentro de un panorama en evolución permanente para adaptarse ágilmente a los vaivenes del mercado, y liderar con éxito a sus equipos hacia el logro de sus objetivos estratégicos.
Las organizaciones inteligentes necesitarán asumir que son ellas mismas las generadoras de los nuevos contextos de cambio, especialmente en una nueva manera de liderar, cuando puedan implementar estas competencias en aquellos individuos de su empresa a los que se ha detectado que poseen el potencial para ello.
En primera instancia, se tiene que trabajar la flexibilidad y la adaptabilidad al cambio, ya que estos nuevos líderes deben ser conscientes y estar dispuestos a ajustarse a los cambios en el entorno empresarial, sean estos políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ecológicos/ambientales, legales y culturales de su sociedad de pertenencia e influencia. De este modo, estarán habilitados a fomentar una mentalidad de apertura al cambio y la capacidad de responder rápida y eficazmente a las nuevas circunstancias, a fin de sostener la singularidad y la competitividad de la organización.
Una segunda distinción es trabajar con ellos la creación y expansión del pensamiento estratégico para que adquieran la capacidad de anticipar y prepararse para los desafíos futuros, identificar oportunidades emergentes y trazar un rumbo claro hacia el éxito a mediano y largo plazo. Para ello, realizarán evaluaciones permanentes del accionar de sus equipos y del mercado empresarial para detectar cuáles son las tendencias clave, corregir los desvíos y asumir decisiones adecuadas, creativas y coherentes para cada situación.
La tercera distinción es la implementación de un sistema de comunicación productiva que permita a los líderes ser capaces de transmitir claramente la visión, los valores y los objetivos de la empresa, así como de motivar, inspirar y alinear a sus equipos en torno a ellos, por lo cual crearán diferenciales de la cultura organizacional que harán atractiva a la Empresa entre su mercado meta.
Esto incluye formarse en la capacidad de comunicar de manera abierta y transparente, escuchar activamente las preocupaciones y perspectivas de los demás, y adaptar el mensaje a diferentes audiencias y contextos generando mayor conciencia de los equipos sobre sí mismos y de su entorno, aumentar la productividad en la relación, con empatía en la escucha activa, desde la asertividad y la resolución de conflictos, y el feedback constructivo, con el objetivo de maximizar la efectividad de la comunicación en diferentes situaciones y contextos.
Una cuarta distinción estaría conformada por la creación de equipos resilientes, es decir con gran capacidad de adaptarse y de atravesar los quiebres y situaciones complejas, ya que sus líderes serán responsables de fomentar relaciones de confianza y el apoyo mutuo mediante el trabajo en equipo. Estos equipos de trabajo deberán alcanzar buenos niveles de cohesión interna para sostener el compromiso y empoderar a todos sus miembros para que contribuyan al éxito organizacional, fortaleciendo y habilitando a sus miembros para tomar decisiones ágiles, experimentar y aprender de los fracasos, y celebrar unidos cada uno de los éxitos.
Una quinta distinción es la inclusión de la gestión del cambio, ya que el liderazgo efectivo en entornos cambiantes requiere habilidades sólidas de esta capacidad.
Los líderes deben ser capaces de anticipar, planificar y gestionar proactivamente los cambios organizacionales, minimizando la resistencia y maximizando la adopción exitosa. Esto implica comunicar claramente los motivos y el impacto del cambio, involucrar a los empleados en el proceso y proporcionar apoyo y recursos adecuados para facilitar la transición.
Una sexta distinción es la toma de decisiones ágiles, ya que sin lugar a dudas las decisiones deberán tomarse rápidamente y con confianza en el contexto de entornos cambiantes. Los líderes deben ser capaces de evaluar rápidamente las opciones disponibles, considerar los riesgos y beneficios, y tomar decisiones informadas y efectivas.
Por último, y no por ello menos importante, las organizaciones inteligentes deben dedicar su esfuerzo al aprendizaje continuo y a la capacitación y desarrollo permanente de los equipos, dado que el desarrollo de capacidades del nuevo liderazgo es un proceso continuo que requiere un compromiso constante con el aprendizaje y el desarrollo personal. Los líderes deben estar abiertos a adquirir nuevas habilidades, ampliar sus conocimientos y cuestionar sus sistemas de creencias. Esto implica buscar, crear y concretar oportunidades de capacitación y desarrollo, tanto formales como informales, y cultivar una mentalidad de crecimiento y mejora continua, para ser conscientes de que de esta manera lograrán que la empresa permanezca en el lugar de la prosperidad y la excelencia.
Para alcanzar estos logros, se torna importante destacar que el apoyo profesional que ofrece el Mentoring, proporcionará una potente guía a los individuos de la organización para desarrollar habilidades de liderazgo que les permitan afrontar los desafíos del futuro con confianza y determinación, y dejar una huella positiva en el crecimiento de la empresa, facilitando su desarrollo sostenible.